No se me da bien el género infantil y esto más bien parece una fábula, pero juzgad vosotros mismos.
Marianita la mariquita
Érase una vez una mariquita llamada Marianita, de vivos colores y muy bonita, que vivía en un bosque junto a muchos más bichitos.
Marianita, a pesar de ser una mariquita encantadora, no tenía ni siquiera un amigo. Ella no sabía bien por qué era, así que cada noche, al acostarse, siempre lloraba y lloraba porque nadie quería ser su amigo.
Pero una mañana, paseando por el bosquecillo en busca de comida, oyó como su vecina la oruga Mirta, las hormigas y la araña Ana discutían sobre algo:
—Marianita otra vez se ha comido las reservas de comida que guardaba para el invierno —comentaba la oruga, en lo alto de una hoja.
—Pues a nosotras nos ha tapado el nido con tierra otra vez —las hormigas también estaban muy enfadas con Marianita, pues les estaba costando mucho volver a destaparlo.
—Pues a mí me rompió la tela que por tanto tiempo estaba tejiendo —dijo la araña Ana desde su tela.
—Sí, no la queremos aquí, ojalá se vaya —exclamaron todos las vecinas al unísono.
Marianita, muy triste, se marchó por donde había venido. Quería llorar pero ya estaba cansada de aquello, así que decidió que solucionaría todos los problemas que había causado a la oruga Mirta, a las hormigas y a la araña Ana.
Por la noche, mientras todas dormían, Marianita buscó muchas hojitas verdes por el bosque y la amontonó a un lado de la casita de su vecina, la oruga Mirta.
Después de eso, corrió a la entrada del hormiguero y estuvo varias horas desenterrándolo todo hasta que terminó.
Tras esto, llegó lo más difícil: ayudar a la araña Ana. Mientras pensaba en qué haría, amaneció y todos los bichitos del bosque se fueron despertando. La oruga Mirta y las hormigas salieron de sus casas y, muy sorprendidas, vieron que todo estaba arreglado.
La araña Ana se acercó hasta Marianita la mariquita y le dijo:
—He visto todo el esfuerzo que has hecho y te perdono por lo de mi tela de araña.
Marianita la mariquita se puso contentísima de repente y vio como su vecina la oruga Mirta y las hormigas se acercaban. Estaba un poco asustada, pero sacó valor para decir lo que quería:
—Quería deciros que todo lo que hice fue sin querer —sus vecinas la miraban, como esperando algo más—. ¡Perdonadme! —exclamó Marianita muy arrepentida—. ¿Volveréis a ser mis amigas?
—Sí, volveremos a ser tus amigas —dijeron las tres al unísono, muy contentas porque Marianita al fin se había disculpado.
Y así, para celebrarlo, todas hicieron una fiesta y se divirtieron mucho.
Esther!!
ResponderEliminarTe quedó muy bien, sencillo, como dirigido a los más pequeños, y con un tono animado, simpático.
Te felicito!
Besos!!
Hola;
ResponderEliminarMuy chulo que te ha quedado. Fácil de entender y muy simpático.
Saludos.
Es un cuento muy chuli, aunque me hubiese gustado leer sobre la fiesta de después.
ResponderEliminarha quedado guay! (no pasa nada por que parezca una fábula: las fábulas son del género infantil XD)
ResponderEliminarsaludos!
¡Qué interesante y lindo te ha quedado!, y si ha sido bastante agradable de leer.
ResponderEliminarA los niños pequeños les gustarás mucho. Es una historia muy tierna que resalta los valores de la amistad , ambientada en la naturaleza. Muy linda.
ResponderEliminarTe ha quedado un relato adorable, y además una moraleja que no veo a menudo en cuentos infantiles, y que siempre es necesaria recordar :3 .
ResponderEliminarAins... no pude participar éste mes, pero aquí estoy para leerloS:D
ResponderEliminarme ha gustado mucho. Para los más peques, toda una maravilla:D
kissess
Te ha quedado muy bonito, tierno y lleno de emoción. Desde luego pienso que a los niños les encantaría, igual que a los mayores. Y es estupendo q pueda entrar dentro de una fábula, ya que pertenece al género infantil, como te ha dicho Deby. Un beso!!
ResponderEliminaroh que chulo! :)
ResponderEliminarEs perfecto para los niños: Cortito, sencillo y con una moraleja importante! :)
Además me ha encantado el título: Marianita la mariquita.